martes, diciembre 27, 2005

Al límite

Entrenando, le pregunto a Micaela, la instructora: ¿Te parece que siga con este peso? Porque casi no llego. Y mientras lo decía me percaté: precisamente eso es lo que estamos buscando ¿no?. La miro y prácticamente sin aliento, la escucho responder: seguí.

Hay una diferencia sutil pero decisiva entre ‘no puedo’ y ‘casi no puedo’. Siempre que casi no pueda, todavía puedo. Esa es la diferencia que existe entre el ser y el no ser, que separa al ser de la nada. Parece que no, parece que no, pero finalmente sí. Dar ese salto, ese mínimo paso que marca la única diferencia relevante en el continuo. Una mera cuestión de grados.

Cada uno a su modo

Todos somos marilyns.

Saturno

Hotel Costicismo: Nuevo video de los Rolling Stones, a quienes admiro y detesto. Ellos, mil años, cantando. El resto, jóvenes, perfectos y expresivos modelos teniendo el costicismo en habitaciones viejas. Alto voltaje en las miradas, en las caricias, en los labios carnosos, en los besos hetero y homosexuales. Un fuego.

Mientras, nosotros, que tenemos la tele sin volumen, escuchamos “Forbbiden Love” (porque gracias al cielo sí, estaba equivocada. Es buenísimo).

Llego de la calle con un fastidio atroz. Hace un calor insoportable y estoy pegajosa. Me tiro en el sillón con mi vaso de coca alimonada y lo miro a Guille como esperando que solucione todos mis problemas.

Me distraigo pensando que trabajar para el estado es increíble. Hoy tuve las dos últimas fiestas del Inventario. Como todo me angustia, a la mañana decido montarme para contrarrestar esa energía. Mi vestuario causa sensación. Quiero decir, genera reacciones fuertes y encontradas. “Esas cadenas estarían mejor en el arbolito” me dice uno. Para otra compañera, en cambio, eran “lo más de lo más”. Me saqué una y se la regalé: Feliz Navidad, L.P., yo también voy a extrañarte. Entonces, otro acota que lo que a él le encanta es mi pollera, que también debería sacármela y dársela. El problema de trabajar con adolescentes es que hacen chiste costis todo el tiempo. Obviamente, al tercero dejan de hacer gracia. En fin.

Hay gente que no tolera las Melissas. Dicen que los zapatos transparentes son demasiado porno o que los zapatos de plástico son kitch. En ambos casos los consideran una grasada. Yo pienso que dios mío, cómo detesto a los conservadores. Me parece imposible que semejante fantasía hiera la sensibilidad estética de alguien. Recuerdo cuando fuimos a la loja en Río. Hasta la Pipi, que es una de las féminas más austeras que conozco, sucumbió a su encanto y terminó probándose mil pares. Su espartanismo se disolvió por completo en el aire que emanaban las plasticodelic, alineadas para nuestro deleite en el local más maravilloso del mundo. Y el que no me crea que se haga un favor y lo vea por sí mismo: www.melissa.com.br

Llega Nikita con su humor explosivo pero no hay caso, sigo abatida. La terapia es una temporada completa de Sex and the City (Chicas, sé que a muchas las indigna, pero debo reconocer que soy bastante básica). Después helado y más tarde, paseo por el cementerio, fumando entre las criptas. Caminamos bajo el rayazo del sol como si nada, deteniéndonos frente a alguna puerta o señalando una cerradura particularmente hermosa. Me adelanto un poco y cuando Guille me alcanza, me reprocha mi fanatismo por el azul. “¿Por qué te gusta tanto?”. “Porque es lejano, marino y triste”, confieso. Y le canto “I said goodbye” y saludo moviendo la mano en alto, como Evita, cuya tumba eludimos para evitar a los turistas.

Encontramos una lápida de alguien que murió el día que nació Nikita y recordamos ese poema de Marilyn que hace poco citaba M.D. en su fotolog. Suspiramos, nos abrazamos y nos vamos. Enero nos pisa los talones. Llegará con nuestra despedida (Guille se va el 3) y con ese alto coeficiente de adversidad que define a Capricornio, signo regido por Saturno, el dios de la melancolía.

lunes, diciembre 26, 2005

It’s a fact

que los huracanes despeinan;
que el amor distrae y desconcentra;
que el programa de ML trae suerte y los blogs, muchos problemas.

martes, noviembre 29, 2005

El wall paper de este Blog me encanta, pero si alguien me dice que las tres bochas de acá arriba le hacen acordar a TE LE FE, me pego un tiro. ¿No me irían cargando el rifle?

sábado, noviembre 26, 2005

Bricomaníaca


Estábamos desayunando en ese hotel de cuarta. Las viejas de la otra mesa se fueron dejando la tele prendida. Yo me descargaba con Luciano y Luciana. Después él fue a avisarle a Mariano que ya era hora de entregar las llaves y nosotras nos quedamos en silencio, un poco taciturnas (meditabajas y cabisbundas). Mirábamos las botellas añejas de una vitrina polvorienta y de un par de estanterías. Unos vinachos blancos que ya estaban pardos, acompañados de un par de pingüinos, tres copas de plata que a ella le parecían horribles, y una infaltable y mustia tortuguita de porcelana. Nos llegaban palabras como “sisa” y “hervor”. Utilísima. Recordé que en una época yo tuve en el balcón un jardín que era mi orgullo. Ahora tengo una selva enmarañada completamente llena de yuyos. Recordé que me obsesionaban tanto las plantas que no podía pasar ni una noche fuera de casa porque ¿entonces quién las iba a regar?. Recordé que le hice a Castillo una lámpara de papel maché que cuando todo el mundo la veía se quedaba mudo. Recordé que entonces había dejado la facultad y que Mónica me insistía para que volviera y que cuánto más presionada me sentía, más ganas me daban de no volver nunca, de no ir jamás en mi vida a un puto congreso y de ser una brishante ama de casa, así como las de antes. Me apoderé del control [remoto] y cambié de canal. Reapareció Luciano y los tres nos fuimos a escuchar a Sazbón.

El reino del revés

AFRA 2005. Fui por un par de días amiga de mis enemigos y enemiga de mis amigos. Yo me pregunto por qué.

jueves, noviembre 24, 2005

Rosario fantasy

Euforia de congreso, almuerzo con "la gente" como si todos fuéramos amigos. Y sí, al natu. Mariano tiene puesta la corbata que compró cuando trabajábamos en el call center. Hoy peleamos bastante. Fue un día de escenitas y reclamos; preguntale.
Edgardo Castro habló de Agamben y de la potencia del no, que no es lo mismo que la impotencia. La potencia de no hacer algo. Esti, a la mañana, un poco de Merleau. Ambos un éxito. Y nosotros también. Marilyns, pero lo cierto es que sí, nos sentimos como peces en el equis. Le dedicamos el texto a dos figuras de oro: Tim Burton y Paula Fleisner.
Lamento que Mónica se haya ido, me hubiera encantado pasear por la barranca, como se dice acá, con ella. Es una ciudad divina, casi no la recordaba. Los árboles, el río, las calles, todo. (Y me quedo corta, puesto que todo no puede inventariarse sin disminuirse...). E tenía razón: nunca voy a perdonarme haber dejado la cámara. (Sí, amor, soy una testaruda).

viernes, noviembre 11, 2005

Sueños

Hace unos meses le regalé a E un librito de Sylvia Plath. Esa tarde fuimos muy felices, primero almorzando en Lelé y después paseando por el Jardín Japonés (entre paréntesis, de hoy al lunes, expo de orquídeas-fantasía). Volvimos cansados. Baño y a leer a la cama.

Fascinado con su chiche nuevo no lo soltaba un segundo. La edición incluía una cronología donde se describían las últimas horas de la sufriente rubia: les llevó a sus hijos sendos jarritos de leche caliente y pan con manteca; luego se encerró en la cocina, abrió la llave del gas y la puerta del horno, y adiós, esto ha sido todo. Aun estaba tibia cuando la encontraron.

Aunque yo ya conocía la anécdota, recordarla no dejó de perturbarme. Pobre Sylvia. Logré sacárselo de las manos y busqué algunos poemas, indagando más en mi memoria que en el libro. Encontré uno de mis favoritos, “The rival”, y lo leí en voz alta. Es increíble que incluso traducido sea increíble. Te amamos, Sylvia. Particularmente, daría muchas cosas de esas que siempre considero tan importantes, por la oportunidad de consolarte.

Una semana después nos sorprendió la noche discutiendo y luego de algunos malentendidos, volví a mi casa sola, con pensamientos horribles. Confío en que el Dios de las muchachas tristes no me dejará reventar... Se me ocurrió llamar a mis amigos, pero la verdad es que no tenía ganas de ver a nadie. Me saqué los lentes y a la cama, sorpresivamente exhausta. Muchas veces me pasa eso cuando estoy triste: se me cierran los ojos, se me apaga el sistema, supongo que para evadirme.

Me dormí de inmediato y soñé con Ted Hughes. En medio de una pelea horrible, yo le reprochaba su actitud para con Sylvia. ¿Por qué la había traicionado? ¿Cómo había podido ser tan cruel e insensible? Él me respondía que yo no era quién ni para juzgarlo ni para incriminarlo porque precisamente conmigo la había engañado. Enloquecí y salí corriendo desesperada. Corría y corría como Forrest hasta que me atropellaba un auto.

Me despertó el ruido de la bocina, que poco a poco se fue transformando en otro: el de mi celular. Era E. ¿Estabas dormida? –me preguntó. Contesté que no, que sólo descansaba. ¿Por qué le mentí? Me sentía culpable, culpable de haberlos traicionado a él y a Sylvia.

jueves, noviembre 10, 2005

Reencuentro


¿Quién llega mañana? Sííííííí!!!!!!!

miércoles, noviembre 09, 2005

Costicismo

Nunca es demasiado y demasiado no es suficiente.

viernes, noviembre 04, 2005

Ser no ser Blogger

Cada día agrego más Blogs a la lista de favoritos. Y aunque no postee demasiado, pienso casi todo el tiempo en cosas que me gustaría escribir y tengo siempre cerca una libretita en la que anoto las ideas bloggeriles que van surgiendo mientras me dedico a mis otras actividades. Quiero decir, a las que pueden llevarse a cabo en automático: cuando me baño, o cuando entreno, o en el colectivo, o las poquísimas veces que cocino. De hecho, tengo unas cuantos textitos bastante avanzados, a los que sólo les falta el cierre para aparecer acá. También pienso en los puteríos que me gustaría agregarle a mi Blog: fondos, links, categorías que agrupen por tema las entradas... Según E, este espacio se convirtió en “una de mis obsesiones creativas”.

Con MD hablamos bastante de Blogs, de los que leemos y de lo que escribimos. Y si estamos en su casa o la mía chequeamos a cada rato las novedades. Jose nos escucha con los ojos en blanco. A él no le gustan para nada. Dice que no sabe por qué, pero que el género le provoca una mezcla de indiferencia y rechazo. Entonces MD y yo lo torturamos haciéndole creer que posteamos cosas terribles sobre él, intimidades, ¡y mentiras!; que aprovechamos que no nos lee para difamarlo y para divulgar sus secretos. Le decimos también que le vamos a tomar examen. Las preguntas serían, por ejemplo: ¿qué problemáticas plantea Naughty Bits el sábado 20 de Septiembre del 2003?. No parece una prueba difícil, pero atenti: lo mismo que en la vida real, siempre pueden bocharte por no leer a los comentadores.

Desorientadas

Mi abuela (87) me llama y me dice que fue a una librería de Adrogué a comprar “mi libro” (?) pero que no lo tenían. Le pregunto qué libro. Me contesta que La razón de los animales. Y agrega: “vos dijiste que había que comprarlo”. ¿Cómo...? Supongo que se refiere al artículo sobre los derechos de los animales.

E: –No, Yaya, no podés pedirlo así, como si fuese mío.
Y: –¿Por qué? ¿Usaste un seudónimo?
E: – ¡!... No, en realidad es de mi profesora. Yo sólo publiqué un artículo.
Y: –Ahhhh... [bastante decepcionada]. No importa, igual dijeron que no lo iban a tener, que hay que buscarlo en las librerías grandes...
E: –Claro...
Y: –Pero...
E: –¿Qué?
Y: –Que yo lo quiero...
E: –Bueno, no te preocupes, yo te lo compro el martes cuando vaya a la Facu.
Y: –¿En serio?
E: –Sí.
Y: –¿Y cuánto sale?
E: –Veinte pesos, pero yo te lo regalo. Y además te lo dedico.
Y: –¡Ay! ¡Gracias! ¿Vos vas a empezar a cobrar cuando el libro se venda?
E: –No, Yaya, nunca voy a cobrar por eso.
Y: –¿Entonces para qué lo escribiste?
E: –...!
Y: –¿Me podés traer también alguno de los otros?
E: –¿Qué otros?
Y: –Los otros...
E: –...
Y: – ...de los animales...
E: –¿Querés decir El Libro de la Selva?
Y: –Sí, ese.
E: –Pero ese tampoco es mío. Es una adaptación que hice para los chicos que van a la primaria.
Y: –Al final no escribiste nada.

The others

¿Vieron a esa gente que cuando tiene que hacer algo, en lugar de dar mil vueltas, va y lo hace? Qué envidia...

miércoles, noviembre 02, 2005

Para convertirse en Roberto Carlos

La única forma de hacer [un millón de] amigos es al natu. Supongo que es así porque la espontaneidad –condición para que el vínculo fluya con éxito– es una de las pocas cosas que no pueden ni fingirse ni premeditarse.

Preguntale a Jean Webster

Desde que mi Jefe se cambió de sección estoy completamente perdida en el suplemento. Ahora nunca sé en que momento voy a cobrar ni qué me están pagando ni cuándo van a publicar mis notas. Hoy les mandé varios mensajes tratando de descubrir cómo viene la mano. Nadie me los respondió. Qué fastidio.

Mi Jefe era de oro puro. Cuando entré al diario atravesaba un momento bastante perfilbajista y me sentía insegura, pero su buen humor me rescató de inmediato. Como durante algún tiempo no nos conocimos en persona sino que nos comunicábamos por teléfono o por mail, yo le decía Papaíto Piernas Largas.

Es de esa clase de gente con la que la conexión se genera desde el primer párrafo. Siempre tenía un juego de palabras para regalarme, y aprendí mucho de él, que me enseñaba los secretos del oficio con infinita paciencia. Y cuando lo del Call se cayó, me consiguió otro trabajo en el que estuve un año hasta que me pudrí. Era bastante osama esa oficina, ¡pero qué fantasía que el Jefe me recomendara!.

También solíamos hablar de perfumes, de Maxwell Smart y La 99, de Bob Esponja y de música. Una vez me mandó un temazo de Nancy Sinatra que escuché en repet larguísimos días... ¡Oh, Guillermo Allerand, por qué me has abandonado!

Sacrílega

Tema nuevo de Madonna... ¿Tengo que volver a escucharlo o no me gusta?

martes, noviembre 01, 2005

Dedíqueselo

Enorme alegría encontrar tus coments y enterarme de que me estás leyendo. Aunque últimamente casi no hagamos otra cosa que pelear, sabés cuánto te quiero. Y plis no seas tan duro y exigente conmigo, porque también sabés muy bien cómo la estoy remando desde hace unos cuantos años para salir de la sartén. Decimos: gracias a toda esa gente que hizo lo suyo para abrirme los ojos, cerrados durante tanto tiempo por absurdas convicciones. Estás en la lista, obvio. No me traigas nada de Río, con verte sobra.

lunes, octubre 31, 2005

Between Firebreath Dragonfly & Crazy Legs Crane Jr.

El viernes, en un cumple, alguien me saludó usando su identidad bloggeril y aludiendo a la mía. Equis enorme, pensé. Ahora no voy a poder hablarle en toda la noche.

Ocurre que muchas veces, en lugar de ser como el Mosquito-Dragón (diminuto pero poderoso) soy como otro de los personajes de ese mismo cartoon: Piernas Locas Jr., que avergonzado, ocultaba la cara dentro de una bolsa de papel madera. (Aunque Jr. lo hacía porque no toleraba la estupidez de su padre, y yo, por un simple brote de timidez...)

No lo tome a mal, amigo Sin Rostro. Recuerde que una vez fue ud. el que se hizo a un lado, me atrevería a decir que un poco cohibido, cuando LC nos presentó en la puerta de la fac.

sábado, octubre 29, 2005

Sábado de superacción


“No hay beso de amor verdadero que no se sienta turbado por la doble presencia de un ayer y de un mañana”.

Victoria Ocampo
E se acaba de ir. Fue a cenar con dos amigos de 1810. Los chicos (los míos) se juntaban en lo de JI a ver el programa del Diez con Rafaela-explota-explota-mexpló, que Jose grabó oportunamente. Plan tentador, al que después de muchas vueltas consigo resistirme. Decidí quedarme en casa y adelantar algo. Aunque adelantar no sería la palabra adecuada. Supongo que está mal emplearla cuando se trata de trabajo atrasado. En fin, me hago la fantasía de que voy a tomar las armas, de que voy a dejar de preocuparme para ocuparme un poco. Así que acá me tienen con una pila de artículos de Sur, de donde extraje esta cita.

viernes, octubre 28, 2005


Esta es mi cara de tengo todo controlado. Por favor, que nadie se deje engañar por ella. It’s completely faked. La postée solo porque a Luciano le gusta. LC aceptó ser mi esclav... digo me secretario, y cuento con su ayuda para sacar adelante un millón de cosas. (Querido, agradecé que en Puan me dejaron fotocopiar esas revistas porque de lo contrario, con la almohada a la hemeroteca). Igual, no crean que me ofrece sus servicios gratis. Me exige casi tanto como lo que me proporciona: textos que escribí en el pasado, contención emocional, consejos de hermana mayor que [pretende que] se las sabe todas y a veces algún showcito (puede ser desfilar entre las PCs la pashmina de Myriam, mostrando diferentes usos de la misma: como bufanda, como pareo, como strapless, como turbante talibán..., o arengar a las multitudes del inventario con mis gritos). Todas tareas que me encanta desempeñar y que hacen que las mañanas fluyan apaciblemente en la Biblio. Pero a la una cuando salgo, preguntale. Me espera el resto del día.

He comprobado que si uno pregunta algo por este medio la gente responde con bastante rapidez, así que voy a aprovecharme de semejante beneficio. Por dios, que alguien me diga cómo sobrevivir al mes que viene. Tengo que escribir tres artículos, dos cuentos, una monografía y semana tras semana las notas del diario. Escribir, escribir, escribir. Es lo que más me gusta hacer en la vida pero también es un trabajo de parto. Y además debo pelear el presupuesto asignado al próximo número de la revista en Eudeba, organizar la presentación de Modos de lo extraño con tres marylins que si uno puedo a una hora, el otro no puede ese día y al tercero no le viene bien en ese lado; y como si eso fuera poco, también tengo que conseguir que el sector cultural de la Embajada de Brasil entienda lo importante que son las Jornadas Nietzsche para ellos y que decidan de una maldita vez colaborar con la causa. (En esto último fracaso año tras año). Equis, me aterra de sólo recordarlo. Lo único que quiero es que llegue Diciembre para poder deprimirme tranquila por todo lo que al fin de cuentas no hice.

Por suerte, puedo llegar cada mañana al segundo subsuelo y quejarme las cuatro horas completas mientras Luciano y Laurita me cuentan sus andanzas.

jueves, octubre 27, 2005

Sherlock

Parece que con el post del ataque confirmé la sospecha de que yo oculto cosas. No es así pero andá a desmentirlo. Así que de ahora en adelante sobrevendrá un interrogatorio ante el menor síntoma: qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa qué te pasa con lámpara directo a los ojos y todo.

Igual no vayan a creer que es por cacería de brujas. No es por desconfianza ni por celos enfermos ni por ninguna cosa fea (por suerte la inquisición terminó hace ya algún tiempo). Es sólo para poder cuidarme y para quererme más.

Cada día que pasa crece y crece mi convencimiento: estoy con el mejor.

miércoles, octubre 26, 2005

Shamado a la solidaridad

Yo sé que la blogósfera está shena de almas caritativas. ¿Quisiera alguna de elias revelarme cómo rayos se hace para que a los comentaristas les aparezcan las letritas esas que evitan los comentarios masivos?

(El que asuma la tarea deberá explicármelo como con títeres porque [para estas cosas] soy bastante lela.)

Fino sibarita

Ayer Charly me rechazó una galletita. Vino, la olisqueó como de compromiso, se dio media vuelta y se fue. Parece que sólo le gustan las de chocolate.

A77aque de bovarismo

Lo miro en silencio mientras me acosan pensamientos muy negros. Él me dice que estoy linda, me aparta un mechón de la cara y me pregunta qué te pasa. Nada, respondo. Entonces me habla de ese sentimiento de las cinco de la tarde por el que los ingleses impusieron el té: esa sensación de zozobra que oscurecía las miradas y amargaba los labios un poco antes de que se esconda el sol, y que intentó ser combatido con una ceremonia social. -¿Cómo? ¿that thinking feeling? -No, no –me corrige–: that sinking feeling. Sí, hundirse, pero en la angustia de los propios pensamientos.

Le digo que no me pasa nada, que sí y no, que sólo estoy un poco melancólica. Decir eso y evadirse son casi el mismo movimiento. Decir que uno está melancólico o acidioso es como decir que está lúgubre por cosas que son tan angustiantes como inevitables, tan dolorosas y difíciles como constitutivas. Declararse melancólico es lo mismo que advertirle al otro: me angustio por algo que ni vos ni yo ni nadie puede solucionar, así que no te (des)gastes.

Pero él insiste, y hace bien. Primero porque se da cuenta de que aunque haya conflictos irresolubles, hablar de ellos ayuda a desmitificarlos. En general hablar sirve para espantar o exorcizar esos fantasmas que rondan alrededor de las cuestiones complicadas haciendo que parezcan todavía más intolerables. Y segundo, porque la verdad es que si no insistiera, muchas veces yo no diría nada de nada. Me encerraría en mi Mónada y allí me quedaría, sola, callada, abatida por mi ataque de nihilismo, pensando que para qué hablar si de todos modos no forma parte de nuestras capacidades el poder comunicar un cuerno. Ya lo decía Rilke: “la mayor parte de los acontecimientos son indecibles”, (además de que las Équices no tienen ventanas).

Fue Alejandrísima la que me recordó esa línea de Rainer. Estoy leyendo sus Diarios porque debo rastrear la presencia de Federico, mi viejo camarada, en sus palabras. Perfecto, pienso, tengo el temple de ánimo necesario. “Cómo explicar con palabras de este mundo...” Sin embargo, el problema no es partir, el verdadero problema es que el barco se hunda.

Nos conocimos en una fiesta. Hablamos un rato, compartimos un taxi con otra gente, y no volvimos a vernos hasta después de un mes. Durante ese tiempo nos escribimos unos cuantos mails. En uno me contaba que se iba a pasar el finde al Tigre, y me/se preguntaba, alimentando el mito de su fama astral: ¿Hundiré el barco como en la fábula del escorpión y la rana?. Skorpius. El subject de mi respuesta era ése: Sopa de escorpio (casi como este blog, caigo en la cuenta ahora). Sin embargo, cuando estoy al borde del naufragio Skorpius siempre me rescata.

Extraigo del fondo sinuoso esa certeza y mínimamente me sobrepongo. Me visto, me peino, me dispongo a salir. Hace un rato llamó MD para invitarme a un evento en ByF. La idea es encontrarnos ahí, escuchar la lectura de algunos poemas y saludar a LLH por su cumpleaños. En un primer momento supongo que ésa es la excusa para vernos y charlar un rato, pero después descubro que la verdadera excusa soy yo: MD piensa entretenerse conmigo hasta que se haga la hora en que tiene planeado ver a V. Mientras hablamos por teléfono ya intuyo lo que más tarde compruebo: que estuvo toda la tarde en la calle haciendo tiempo y que le viene como anillo al equis que yo le amueble el último tramo de espera. No me interesa; acepto igual. Me va a hacer bien acompañarlo, respirar otro aire y despejarme.

Voy en el colectivo diciéndome: también es necesario escaparse un poco del amor porque a veces es agobiante. El deseo no se satura sino que en su misma satisfacción se renueva y potencia. Terrible. Unas ansias atroces de colonizarlo todo y la constatación continua de que, más allá de que semejante conducta sería éticamente incorrecta, no es viable precisamente porque el otro es mi límite. El otro, su presencia, es la prueba material de que jamás voy a poder tenerlo. Todo amor verdadero es un amor imposible, dice Blanchot... También debo escribir sobre estas cosas para el congreso de Rosario. Pero esta obsesión proustiana se apoderó de mí y si me quedara en casa no me dejaría trabajar. Es preciso ver gente, sentir el aire cálido en la piel, conversar de temas relajados, recuperar la liviandad, y recobrarse en esa mínima distancia.

Llego 30 minutos tarde y entro. A MD no se lo ve por ninguna parte. Cae al rato con su remera de A77aque, que le queda un poco corta y muy ajustada. Me gusta esa remera. La usa desde que desgravó una entrevista del grupo para La mano. Después de escuchar cientos de veces la cinta, la filosofía pertusiana provocó algunos efectos en la cabeza de MD. Lavaje de cerebro. Así funciona, por ósmosis. Según él, ese look le valió el rechazo de alguna que otra doncella esteticista a la que no dejaba de entregársele ni tampoco de provocar con su atuendo. MD adora desafiar a sus conquistas. Sabe bien que en última instancia todo ataque (incluso un ataque de devoción) es de carácter violento. (Y si no creen, pregúntenle a John Lennon)

Diez minutos más tarde ya no soporto el humo ni el calor ni la impostura de acá es donde hay que estar que tiene todo el mundo y le digo que nos vayamos. No sabemos qué hacer y terminamos en la casa de una tercera partenaire, la queridísima MS. Pero lo cierto es que los dos estamos desasosegados y lo único que queremos es correr al encuentro de nuestros respectivos équices. Sé dónde está el mío: con amigos en un bar de San Telmo. Imagino que voy de sorpresa. Hago entrada triunfal y lo abrazo y le digo que me moría por tomarme un trago con él. ¡Mentira! ¡Yo no tomo alcohol hace más de dos años! Es a él a quien quiero beberme. Bebérmelo como una pócima que me haga sentir más fuerte.

Pienso eso y es como si de pronto despertara. No existen pociones mágicas pero sí pensamientos performativos. Advierto que todo este sketch no es más que un nuevo embate de mi debilidad. Little Miss Drama Queen muerta de amor y de miedo de no estar a la altura de las circunstancias. Little Miss Drama Queen haciendo un show de su panic attack. Teatral y lacrimoso, el personaje me hace muchísima gracia. ¿Por qué estás armando este escándalo si en realidad no pasa nada? Dios mío, ¡qué difícil resulta en ocasiones [no] ser [in]dignos de lo que nos acontece!

domingo, octubre 09, 2005

Costi o no costi


Hace ya casi un año, seis seguidores de M.B.C. partimos hacia Brasil para asistir a un congreso de filosofía. De allí me traje unas cuantas cosas. Entre ellas un amor frustrado. A la vuelta, la Dra. C., que había sido promotora del romance, me incitó a escribirle al susodicho. El mail que le mandé –con copia a la Dra. y a alguna otra gente– puede leerse en la entrada anterior.

Como respuesta recibí un halago: Você escreve muito bem, tá de parabens, dijo el equis. ¡Al menos me reconoció eso! (por el idioma, no estaba segura de que pudiera apreciar las sutilezas de lenguaje y los juegos de palabras). Soberbia en la derrota, le agradecí el comentario. Le dije que el estilo es algo que, si se lo tiene, no se lo puede dejar de ejercer pero que sin embargo, en ciertos casos tenía la certeza de que escribir bien no me servía absolutamente para nada.

Decimos: es una suerte que mi bombón no me haya elegido [sólo] por cómo escribo. Por otra parte, M.B.C. me criticó bastante ese mensaje porque le pareció que no se atenía a las pautas del género (que en este caso era “carta de amor”, supongo). A su modo de ver le faltaban piropos y explicitaciones. Se armó entonces un debate, y muchos opinaron acerca de si el mail era o no costi. M.D. por ejemplo, opinaba que no. TT en cambio, que sí. ¿A ustedes qué les parece?

Nostalgia de Janeiro


Volvimos hace ya más de una semana y no consigo poner este canal. Sigo fuera de foco pensando en esa ciudad que me robó el alma. Rio es una droga demasiado poderosa: la energía que trafica desbarató por completo las escasas seguridades con las que había llegado. Argentina me pegó como una cachetada. Para sobrellevar el síndrome de abstinencia no dejo de escuchar a Caetano y escribí para el diario una nota sobre el samba. Aquella noche en Botafogo dijiste que yo bien podría ser carioca. Es cierto, soy una chica-saudade. No lograré nunca irme sin quedarme, irme como quien realmente se va.

Mientras el barquito se alejaba de Niteroi yo recordaba algunas coincidencias: La conferencia que diste acá se llamaba igual que el trabajo que Teté y yo leímos. El Programa prometía una versión en portugués y otra en castellano de La educación sentimental. Sin embargo, no hablaste de eso sino del tema de los animales. La misma cuestión que yo investigo. ¿Você lembra? Estas cosas cuya lectura te aburrirá tampoco me llamaron la atención a mí en aquel momento, pero ahora no dejan de hacerme ruido en la cabeza. Soy también una chica anacrónica. Me atrevería a decir intempestiva (Mónica tiene alumnos mejores que nosotros, pero nosotros somos, como los animales de Zarathustra, los verdaderos nietzscheanos).

El barquito se alejaba, y a mí se me partía el corazón pensando que volvería a Buenos Aires sin haberme despedido de ti. ¿Y tu corazón, Charles? ¿Cómo estará ese pobre amedrentado cuando te llegue esto? Charles, charles... decís que te sentís alemán, pero está todo Brasil en cada uno de los bucles de tu pelo. Todo: lo progre y lo machista, el barro y las lentejuelas, Lapa y Copacabana, el sol y la llovizna, la euforia y la melancolía, la mayor humildad y la suprema marilynitud. Charles, charles... quise hacerte olvidar del amor, al menos por un rato, pero es algo que yo misma no consigo hacer.

Te mando un beso de caramelo pegajoso y espero que la vida te esté guiñando un ojo. Saludos a la noche tropical.

Circulación (texto escrito con TT en 1905)


- Quiero que lo nuestro sea amor... algo profundo...
- ¿Cómo anda la estrella de la noche?
- En realidad sos...

Me propongo contar la película. Un doctor en un hospital al mando de locos criminales, la sangre, fin. Un doctor en un hospital al mando de locos criminales, la sangre, fin. El asesino no muere. Se despierta y ataca. Quiero ser como él.


Mi deseo: lamer cada diseminación de tu cuerpo. Pero el cuerpo es demasiado y demasiado ardua la tarea. Quedo exhausta, deshidratada. Recorro cada uno de tus pliegues, ¡tantos! Y se me seca la boca, y tomo agua. Y se me seca la boca, y tomo agua. Y se me seca la boca, y tomo agua. Y se me seca la boca, y tomo agua. Y se me seca la boca, y tomo agua. Y se me seca la boca, y tomo agua. Y funden las empresas que purifican el agua. Y quiebran las compañías embotelladoras. Y los trabajadores de Aguas Argentinas también quedan en la calle. Y toda el agua del planeta desaparece. Por tu culpa.



A Jorge Lanata

Lo que dice el viento en su canción


Desde la esquina, vi la casa más sombría que nunca. Las paredes más grises, las baldosas más agrietadas. De las cosas brotaba un silencio que no dejaba de hablarme de la muerte de mi abuelo, que es como recordarme todos mis fracasos y los suyos. Mi abuelo, esa presencia perseverante que se repetía en cada partícula de polvo; su frustración.


Siempre fui muy culposa. Comprendo que con eso no se consigue nada, pero soy impotente ante la fuerza de mis propios errores. Una vez sentí la certeza de un más allá. El halo cariñoso de un porvenir que quizás no exista, pero que si embargo me consoló con dulzura. No me resigno a perder. Me traiciona la sensibilidad, pero ni aún así dejo de ser cobarde y egoísta. Empezaré de nuevo, una vez más.

jueves, octubre 06, 2005


Él prefiere cenar; yo, desayunar. A mí me gustan más los besos y a él, los abrazos.

Insiste en que las discusiones y las charlas serias hay que tenerlas en la mesa, y en que las películas hay que verlas sentado, como en la escuela. A mí en esa postura me da la sensación de que me desintegro o empieza a picarme todo el cuerpo como si me atacara una cuadrilla de hormigas. Para cualquiera de esas cuestiones me resulta preferible la cama.

Él puede pasar horas y horas en un bar leyendo. Yo a los veinte minutos no encuentro sosiego y huyo, aturdida.

A mí me puede el rosa; él lo detesta. Sostiene que los colores pastel son para secretarias. Le gusta en cambio el naranja, que yo sólo resisto para decoración de interiores.

Él tiene respuestas para todo y sabe qué decir en cada situación. Siempre encuentra las palabras que me hacen bien y los argumentos que me consuelan con la contundencia y con la solidez de los labios, quiero decir de los sabios. Yo, en cambio, ante el menor inconveniente me quedo muda, ya no sé qué decir, ni mucho menos cómo decirlo lindo.


No deja de acusarme de marilyn ni yo de reprocharle que es un skorpius de pura cepa.

Pero los dos somos insoportablemente melancólicos, elegimos a los tritones como mascotas, nos encantan los infinitos de Leibniz y las berenjenas, los poemas de Sylvia Plath y los días de lluvia; burlarnos el uno del otro y reírnos, y de nosotros mismos y reírnos más.

Hoy hace exactamente 8 meses, nos abrazamos por primera vez. El 5 de febrero de este año nos troquelamos juntos y no nos despegamos nunca más.

Despedida

Y se fué nomás D.A. a los parises ochos. ¡Cuánto lo vamos a extrañar!

Decimos: mucha suerte.

miércoles, octubre 05, 2005

Rara de alimentación

Leí en México me mata que J.B. tenía que cocinar dos pollos para Rosh Hashaná o como sea que se diga. Pobre, pensé. Si yo tengo que ponerle la mano encima a un cadáver de pollo me muero. Prefiero saltar zapallitos eternamente a tener que sacarle las vísceras a un bicho. Una vez en un lugar de la costa pedí pescado y me lo trajeron con cabeza y todo. Y me miraba. Obviamente me fui sin probar bocado.

Si sigo acumulando fobias voy a terminar viviendo a cereales. Y no da. Envidio un poco a los que pueden hincarle el diente a cualquier cosa. Por ejemplo, el plato favorito de Guille es el cordero. Carne salvaje, me dice relamiéndose. La verdad es que da gusto verlo (a Gui). Pero si pienso en el pobre corderito, no puedo. Tendría que dejar de pensar porque la lista de cosas que no como fue incrementándose con los años. Ahora me inquieta lo siguiente: el huevo ¿será la menstruación de la gallina?

lunes, octubre 03, 2005

Lo que más me gusta de la Biblioteca Nacional

No es de raza, no, ni hablar. Sin embargo, su cuello ostenta una medalla que da cuenta de la jerarquía que alcanzó, vaya a saber uno por qué. Tiene unos ojos profundos pero saltones en los que me veo reflejada cada mañana cuando me acerco mucho mucho para saludarlo.

Charly va y viene por los pasillos, a veces ladra, a veces mueve la cola. Nunca fui muy fanática de los perros, pero éste es lo más.

Estilo pegajoso


En estos días húmedos la gente se pregunta quién es el asesor de imagen de Cristina. ¡Urgente un maquillador que entienda algo! Parece que en cualquier momento se termina de derretir.

sábado, octubre 01, 2005

Por qué un Blog

Según las estadísticas (?) los motivos principales son dos:
1. Por soledad, es decir para comunicarse.
2. Para quejarse.

Personalmente adhiero al segundo (la queja es uno de mis deportes favoritos) y agrego otros dos:
3. Porque, si se toman las palabras al pie de la letra, un “escritor” (por favor, con cuatro pares de comillas) debe escribir.
4. Porque es toda una fantasía.

viernes, septiembre 30, 2005

Advertencia

Hay días en los que uno está condenado a que el mundo lo malinterprete. Por eso, amigo o amiga, quiero prevenirte: si pensás dejar un comentario en éste o en cualquier otro Blog, tené en cuenta que por la red navega cualquiera. Lo que escribas puede leerlo tu amor, tu jefe o tu madre. El amante de tu amante, el padre de tu jefe, el amor de tu madre. Así que preguntale.

Siempre supe que vivimos en un pañuelo chico y que la lengua no es más que un conjunto de malos entendidos. Pero a pesar de tenerlas claras son dos verdades que no dejan de atormentarme. (También sé que Dios ha muerto y sin embargo, no me queda ninguna duda de que me sigue castigando).

Qué alguien me explique qué cuernos le pasaba a Laurita esta mañana, y si a ese le queda un rato, que convenza a Mariano de no abandonar su costiblog, y si al mismo le sobra todavía un resto de paciencia, que le haga entender a mi bombón que en realidad él piensa como yo.

jueves, septiembre 29, 2005

Lemon

No hay modo de evitarlo: elija la opción que elija quedo como una retrasada. Equis enorme, ¿por qué no puedo boicotearme un poco menos?.

Hace unos meses hablaba en el gimnasio con un amigo que se asombraba de mis actividades: trabajar en la biblioteca, cursar, escribir para el diario, escribir para Estrada, ir a la hemeroteca a investigar para los ubacyts, no faltar a las reuniones del conicet, estudiar, almorzar cada domingo con ami y api en adrogué, regar las plantas, lavar los platos, ordenar la casa y entrenar como si fuera Sara Connor. ¿Cómo podés hacer tantas cosas?, me preguntaba. Fácil, le contesté: las hago todas mal.

Escribo esto y recuerdo que a E le revienta que sea intolerante conmigo misma y que diga barbaridades sobre mí. Incluso me prohibió insultarme, así que seguro que se va a enojar. Pero bueno, si las sigo diciendo será porque me gusta que se enoje un poco.

Tonta pobre tonta

Ahora que tengo facturas, a todo el mundo se le da por pagarme con cheques. Hace un tiempito me dieron uno en una editorial, y como recién había cobrado en la Biblio decidí guardarlo. La ventaja de tener varios trabajos es que te permite ahorrar alguna moneda: vivís con el sueldo de uno o de dos y rescatás el resto para las vacaciones o cualquier otra fantasía con la que te encapriches.

Así lo hice. Contenta e ilusionada guardé en el cajón del escritorio el papel que me convertía en acreedora de 1500 pesos. Tenía la intención de acercarme hasta al banco, pero como no pensaba gastarlos, día tras día iba postergando el trámite. Decimos: preguntale.

Increíble pero no por eso menos verdadero: yo no sabía que los cheques tenían vencimiento. Ayer intenté depositarlo y me enteré de esa tan fácilmente deducible realidad. Los cheques caducan al mes de haber sido emitidos.

Para recuperar la plata debo asumir una de estas dos realidades: o que a los 30 aún no sabía lo que ya dije que no sabía, o que en un lapso de 30 días no encontré ningún momento entre la una y las tres de la tarde para llegar al banco más cercano. Me debato entre ambas posibilidades. ¿Cómo quedará uno menos tarado frente a sus jefes: reconociendo que vive adentro de un yogurt dietético o que sencillamente no puede con su vida?

De entrada

La energía negra de alguna gente no tiene límite. A los que dejaban comentarios groseros o violentos en el Blog de Mariano ya no les alcanza con eso, sino que ahora además, asumen su identidad.

Debo confesar que a mí me atraen bastante las vibraciones negativas de los peleadores. Después de todo si a esta altura de las circunstancias no cosechaste unos cuantos enemigos, estás tan frito como si no tuvieras amigos.

Todo bien con las críticas. Sin embargo, no es divertido si le sacan el nombre y el cuerpo a la osadía de escribirlas. Me parece un loco que alguien publique un post anónimo cargado de acritud. ¿Qué gracia tiene?

Ninguna, aunque vaya y pase (estamos rodeados de cobardes). Pero hacerse pasar por otro ya me resulta demasiado. Por eso les aclaro desde ya a los que tengan intenciones de revelar anónimamente sus resentimientos verretas:

Sé quienes son. Conozco a sus familias. Sé donde trabajan y donde viven. Tengo planos de las calles que transitan y de los lugares a los que asisten. Puedo repetir de memoria sus itinerarios habituales y por si esto fuera poco, también tengo fotos incriminadoras de todos ustedes y de sus parejas.

Así que cuidadito.

jueves, junio 30, 2005

Y sí


Equis demagogia comenzar con esto, pero en fin. Quería dejar constancia escrita de que mis amigos se la bancan hasta el fondo. Me disculpo por esta terminología zapa que se apodera mí en los momentos de exaltación, pero tenía que decir que, a pesar de que muchas veces me quejo de sus arrebatos, de sus fervores y sus empecinamientos ciegos, la verdad es que me siento orgullosa de ellos.

Dedico este Blog entonces, a los descencerrados y a los perdidos de la mente. ¡Amigos, el mundo es nuestro! Porque en un punto, lo único que tiene sentido en esta vida es sentirse profunda, completa, asesina e irreversiblemente loco por algo.