Entrenando, le pregunto a Micaela, la instructora: ¿Te parece que siga con este peso? Porque casi no llego. Y mientras lo decía me percaté: precisamente eso es lo que estamos buscando ¿no?. La miro y prácticamente sin aliento, la escucho responder: seguí.
Hay una diferencia sutil pero decisiva entre ‘no puedo’ y ‘casi no puedo’. Siempre que casi no pueda, todavía puedo. Esa es la diferencia que existe entre el ser y el no ser, que separa al ser de la nada. Parece que no, parece que no, pero finalmente sí. Dar ese salto, ese mínimo paso que marca la única diferencia relevante en el continuo. Una mera cuestión de grados.
Hay una diferencia sutil pero decisiva entre ‘no puedo’ y ‘casi no puedo’. Siempre que casi no pueda, todavía puedo. Esa es la diferencia que existe entre el ser y el no ser, que separa al ser de la nada. Parece que no, parece que no, pero finalmente sí. Dar ese salto, ese mínimo paso que marca la única diferencia relevante en el continuo. Una mera cuestión de grados.
3 comentarios:
leí de un tirón todo lo último. me gusta tu blog, ev.
lo de los problemas, is a fact, sí. lo de marilyn también.
marilyn con problemas, ni te cuento.
besos
lm
Te quiero linda e
pesimismo de la razón, optimismo de la acción.
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