Mi abuela junta monedas y me las da. Sabe que son un bien preciado para mí porque además del colectivo, las necesito para el locker y la máquina de café del trabajo. Le encanta esperarme con un puñado y no duda en robárselas a mi papá o a mi mamá si ve sus billeteras cerca. Lo que no le gusta es dármelas en la mano. Me las entrega en un sobre o en una bolsita. Esa es otra de sus actividades principales: recolectar packagings que se presten para ese fin. Hace un tiempo, estábamos almorzando y me las dio adentro de una bolsita de protectores diarios cerrada con un alfiler de gancho. ¿A los 87 todavía usa carefree? Pienso que mi abuela ya no tiene registro de la realidad y me pongo un poco triste. Se las muestro a E, moviendo la bolsita para que suenen. Las mira y me pregunta: ¿monedas íntimas?.
domingo, febrero 19, 2006
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1 comentario:
ojo que las viejas también usan "protectores", claro que se protegen de otros líquidos y no ya tanto del fluido.
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