¿Creían que la elección era ilusoria, que en realidad era mostaza o mayonesa, que no había una tercera posibilidad? Albricias, chicos: hoy en la Biblio nos enteramos de que además del famosísimo Mester de Clerecía y del nunca suficientemente loado Mester de Juglaría existe ¡el Mester de Lunfardía! ¿Por qué no nos enseñaban las cosas buenas en la escuela? Conocer este dato, que desmantela el pretendido binarismo metafísico hostil y maniqueo, hubiera cambiado decisivamente no sólo el vínculo que me une a la literatura sino también el modo en que me relacionaba con el mundo...!
* Un besito (mchuik) para J. C., mi nuevo master friend del Inventario.
* Un besito (mchuik) para J. C., mi nuevo master friend del Inventario.
10 comentarios:
Creo que si vuelvo a leer este post vuelvo a NO ENTENDERLOOO!!
LauRIta
Raros los letras, dirías tú.
(Eliminé el anterior porque la mano boba tipeó mal)
Me da gusto que sigan los hallazgos en la biblio. Y recordando las épocas del colegio, me vino a la memoria cuando mi profesora de Doctrina Social de la Iglesia dijo: "Chicos Nietzsche me hizo creer mas en Dios, ser más cristiana" y agregaba a posteriori "Quieran a Nietzsche, él es nuestro amigo". En aquel momento a mis 17 años de edad, yo pensaba que Nietzsche no era amigo de nadie. Como recortan la realidad los maestros, que bueno que ahora hay un “mester de Lunfardía” y que Nietzsche no es mi amigo. Gracias batata macabra!!!
evidentemtente puede decirse cualquier cosa...
Por dos, tres... mil meisters
J.C., a qué colegio fuiste que tenías Doctrina Social de la Iglesia?
Querida: vi que hiciste los deberes. Muy bien. Felicitado!. Te debo el contador...todo llega.
Besos
LauRita
Te mando saludos extorsionados
stv
por un lado doy mis albricias por tu "descubrimiento" (que me genera bastante curiosidad: ¿en la misma época de los mesteres de juglaría y clerecía se dieron los de lufardía).
Por el otro, en un día menos pila que el de hoy, puede llegar a apenarme que, hoy como ayer, siempre hay a mano una tercera vía por donde nos encarrilamos todos aquellos que no logramos ser ni revolucionarios ni cínicos.
De todos modos, comparto tu alegría y, en parte, en un día pila como el de hoy, la hago mía.
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