Las minit somos todas un poco mariconas. Lágrima fácil, y nos encanta. Poneme un capítulo de La Familia Ingalls y después te cuento. Aunque detesto a los Ingalls, igual me quiebran. A las chicas, medio que cualquier cosa nos quiebra, ¿no? Mucha proyecciónch. Recuerdo ahora una vez. Estaba en Descalabrini –la vieja casa de TT– con su antiguo marido, mirando capítulos de una de las últimas temporadas de Friends. TT cocinaba arroz con brócoli y nosotros nos matábamos con la seguidilla de chapters. Primero se me cayó una lagrimita tímida. De soslayo el Vaga la miró resbalar. Comprendo que fue raro porque se suponía que era un segmento gracioso. Pero justo por eso me conmovió: por la complicidad de los personajes, porque se quieren tanto, por su felicidad de vida cotidiana. Entonces ya no pude contenerme ni lo intenté y de un momento a otro comencé a llorar descontroladamente. El Vaga se asustó. Me preguntó si me pasaba algo, si estaba bien. Yo seguí con lo mío hasta que apagamos la tele. No tenía sentido interrumpir la sesión catártica para explicarle. Además, él vivía con una chica, y con una que vaya si llora, tenía que saber. Y si no comprendía, bueno… Imposible reponer los mil presupuestos de la psicología femenina en el transcurso de una tanda publicitaria; imposible lograr lo que TT no había conseguido durante diez años de convivio. Depués me dijo que algo andaba mal, que nadie puede llorar de esa manera sólo por una serie cómica, que eso es claramente síntoma de otra cosa. En fin. Cenamos los tres y me fui taaaaan relajada. Como al salir de una sesión de masajes. Iba en el taxi pensando: “tengo que hacer esto más seguido”.
Con los chicos tenemos una frase que resume unas cuantas sensaciones referentes a esas circunstancias en las que uno se retira derrotado. No hablo de furia sino de la tristeza húmeda con la que terminan algunos días sombríos. “A dormir llorando”. Congestión y almohada mojada. De a poco vas entrando a otra dimensión. El ritmo de los pensamientos cambia, quizás hasta consigas aceptar lo que te pasa. A veces la vida es terrible pero me dejo llevar por la cadencia lenta de las lágrimas que se hacen cada vez más esporádicas. Con ellas va llegando el sueño y voy entrando en su lógica. Finalmente, el sueño me salva.
El plan que quería repetir no era ese, por supuesto, si no el de la descarga violenta. Alquilar E.T. y llorar las tres horas seguidas sin parar. Llorar hasta llegar al otro lado del llanto.
13 comentarios:
que loco, yo "vivo" en el otro lado del llanto. En ese en el que no te quedan mas lagrimas.
El tema es que "vivo" de ese lado, pero nunca lloro.
Ni con la familia Ingalls, ni con ET, ni con cosas mucho peores.
Como haces???
Como hace la gente???
Loco leer esto en el mismo dia en el que yo escribi sobre mi imposibilidad de llorar.
Besos.
y yo que nunca vi E.T. Cualquier noche de estas hacemos la fondue iniciática: frutillas, chocolat y E.T.
Gracias E, me hiciste reír mucho recordando aquella tarde tuya, mía y del vaga.
Me gustó. Me siento identificada.
Gracias mil.
Y sí Malala, seguro que vos sos de las nuestras. Para la próxima fondue no pueden faltar ni vos ni el x.
Y a Uralita ya le contesté en su propio blog.
no martini
no party
no woman
no cry
Si si si!!! ay q lloraaaaarrr!!!
Yo hoy lloré. Y ahora me voy a dormir como si me hubiera sacado 4 parciales de encima!!
Besooo nena!
LauSaLaS
Los superhombres no lloran. Pero vos sos una chica.
Excelente post.
Yo quiero llorar como si me hubiera sacado cuatro pañales de encima.
Si bien es cierto que tengo mis películas de lágrima asegurada, y que justamente por eso conozco esa sensación de apertura, de nuevo comienzo que da el dejar de llorar, eso de llorar por cosas de la vida, desde hace unos años, propiamente ni a patadas. No sé... como Uralita.
Pero te creo y tal vez haga un intento, tal vez una noche de estas sólo me dedique a ver el costado trágico de todo y me redimo por todos estos años de sequía.
me redimo DE
Querida Evelyn:Yo no quise quise ver e.t.porque el era muy feo.
te quiero mucho, Uli.
Ev, estamos con Uli en casa, quiero saber como estas, y verte,
besos, e.t phone home
nunca olvidaré cuando lloraste al lado mío al ver el último capitulo de Sex and the City...
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