Me di una vuelta por acá esta mañana desde el trabajo. Desperté con ganas de dejar alguna huella, pero Blogger me increpó exigiendo cambios y mudanzas para los que no estaba ni por las tapas preparada. Vengo tan poco por estos rumbos que ya no recordaba ni la contraseña.
Quizás más tarde cuente alguna cosa de cierto cumple al que fui el sábado: el cheesecake de Laurita, lo ensimismado que estaba Oculto o cómo me hacer reír Margulis cada vez que lo veo.