Si pudiera escribir como si fuera otra, una que no mencione nunca el nombre verdadero de los demás. Hay que ver si me sale construirme sin estar todo el tiempo remitiendo a los otros; hay que ver si consigo sentirme bien así. Quizás me resulta imprescindible referirme a él, a ella; decir a como dé lugar mi ésta, tu aquel.
Pasé todo el domingo viendo películas de las que hacen llorar y después una sobredosis de La República Perdida. Y el lunes, para rematarla, todos los documentales de Malvinas que encontré. Increíblemente, lo que necesitaba, ni más ni menos, era una buena cachetada de la real realidad.
3 comentarios:
"Dejate de joder...pesás lo mismo que hace once años..."
Usted, mi concuñada, debe dejarse de joder, cada una de sus pestañas está en el lugar que corresponde, sabe bien que es una Diosa, no se deje influenciar por cataratas isleñas.
Hace 5 años que mi peso aumenta, sigo conservando la simpatía, más no la calma.
Un saludo, comuníquese conmigo cuando no haya Cobaskys a la vista, tenemos que hacer causa común y comer helado.
Totalmente, el peso no hace a la felicidad...
cuándo te leeremos nuevamente, la vida ya no es buena sin tu blog.
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