miércoles, junio 10, 2009
motocicletas, vacaciones, otoño
Creo que el punto cúlmine de mi carrera fue hace como dos años, una vez que llegué a casa y tenía tres mensajes en los que la voz cansina de Ariel me contagiaba su ansiedad. Quería saber si ya había leído su artículo sobre Puig. Esa estupidez me hizo tan feliz que sentí que todos esos interminables años de estudiante crónica habían tenido sentido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)