viernes, agosto 07, 2009

Carburando en sueños

La gente puede ser clasificada en dos grandes grupos: los que prefieren a los perros y los que prefieren a los gatos. Yo siempre fui muy gatera, hasta hace unos tres años. Algo cambió, no tengo idea de qué podrá haber sido, pero los perros dejaron de parecerme estúpidos. O mejor dicho, las maniobras torpes, las belfas babosientas, el sexo colorado que se asoma y la devoción por los amos ya no hieren mi sensibilidad estética. Y naturalmente, me interpela su mirada, sus ojos. Se escribió tanto sobre el tema...

Antes de ayer soñé con un perro rarísimo. Se movía de una manera indescriptible, pero lo más extraño eran precisamente sus ojos. En realidad no tenía ojos. En su lugar había una suerte de relojes o brújulas. Se parecían a brújulas por una agujita que no deja de moverse, delatando claramente una función, un mecanismo. Pero la división del cuadrante era la misma que en los relojes, salvo que en donde devería haber números había símbolos incomprensibles, al menos para mí.

Me quedé pasmada mirándolo como miro yo las cosas que me atraen, con la boca abierta y la cabeza ladeada, casi casi como los mismos perros cuando no entienden lo que pasa. Era tan real en todo lo demás... sin embargo me provocaba mucha desconfianza. El dueño lo acarició y me dijo que era una especie nueva, experimento de la naturaleza, que no veía pero que se orientaba porque esos órganos captaban no recuerdo qué ni cómo. Me habló de los murciélagos, hizo comparaciones, trataba de sacarme un asombro que nada podía conjurar.

Le pregunté qué significaban los símbolos. "Son notaciones salvajes", me respondió como si eso aclarara algo. No me cerraba por ningún lado. ¿Para qué los necesitaba el engendro protoperruno? Los símbolos son siempre para otros, para que otro que comparte el código los decodifique y le transmitan alguna información. Si yo tuviera un reloj incorporado, seguramente no tendría números; el semáforo cambia de color porque no pertenece a nuestro cuerpo.

Estábamos en una sala de espera, atentos a los turnos. Llamaron al tipo, que antes de desaparecer con su mascota umheimlich aprovechó para apurarme un poco: "¿No te dedicabas a esto vos?"

miércoles, junio 10, 2009

motocicletas, vacaciones, otoño

Creo que el punto cúlmine de mi carrera fue hace como dos años, una vez que llegué a casa y tenía tres mensajes en los que la voz cansina de Ariel me contagiaba su ansiedad. Quería saber si ya había leído su artículo sobre Puig. Esa estupidez me hizo tan feliz que sentí que todos esos interminables años de estudiante crónica habían tenido sentido.

martes, mayo 20, 2008

Ganas de bloggear

Siendo las nueve de la noche me decido a reabrir este espacio destinado a la pavada total. Para todos ustedes, con amor. Qué se yo, lo extrañaba. Pero era de esas cosas cuya postergación tenía fecha de vencimiento. Como cuando decía "la relación con mi papá la voy a encarar recién cuando me reciba". En la lista también están el hijo y la novela, veremos para que cuando, veremos si en algún momento. Árboles he plantado unos cuantos y algunos incluso todavía sobreviven.

Se supone que volvía a escribir "mis cositas" acá cuando estuviera instalada en alguna oficina y con PC propia. (Qué chanta, no?) Instalada estoy pero en la Biblioteca las compus se comparten. Máquinas tenemos casi de sobra, pero no podemos conectarlas a la red. Te digo más: ni siquiera podemos enchufarlas porque parece que explota todo. Ya nos amenazaron los de informática; ya nos anoticiaron de que el nuevo cableado vendrá "pronto", que hay que esperar a que salga la licitación. Preguntale. Igual yo, muda. Porque a mí a la Biblioteca me une el amor y el espanto; algo así como una aberración en la que me siento profundamente reflejada. Tanto, que uno de los motivos por los que había dejado de escribir fue que en un punto este blog se había convertido en un diario de las cosas que pasaban en la BN, y me empezó a joder un poco.

Otra de las razones fue que empecé a autocensurarme bastante: que esto no lo pongo porque fulano qué va a pensar, que borro el último post porque me puede traer problemas. Ahora, no es que haya tomado la decisión de fluir al natu, sino que más bien fue ella la que me tomó a mí, como quien no quiere la cosa, sin bombos ni alharacas. Quizás fueron todas las sorpresas del año pasado y las de éste... Ni idea. La única certeza es el impulso repetido de volver. Así que aquí estamos.

jueves, septiembre 20, 2007

Aclaración para los seguidores*

TODO LO QUE NO ESTÁ DETALLADO ACÁ PUEDE LEERSE EN EL MOSQUITO´S FOTOLOG (http://www.fotolog.net/atomikev) Y TODO LO QUE NO ESTÁ ESCRITO AHÍ APARECE REGISTRADO EN EL MANTA-RAYA´S FLICKR (http://www.flickr.com/photos/raramantaraya hasta donde se nos permite gratuitamente porque no pensamos pagar por una cuenta pro ¡inaceptable fomentar a ese punto el exhibicionismo!)

Malala pregunta por qué no postear todo en el Blog y ya. Es que son universos muy distintos, querida M, muy distintos...






*Entre los que porsupuesto no faltan enemigos.

miércoles, septiembre 05, 2007

Oficina con vista al mar

Esta oficina tan hermosa no es mía. Es tan austeramente linda (dentro de lo que es la Biblioteca) que la gente hace un ohoh cuando entra. Se quedan medio pasmados ante su apacible y blanca austeridad mirando por la ventana enorme. (Lo mejor que te puede pasar si estás en un piso alto es que la ventana sea tan grande como la misma oficina) Yo les aclaro que no es mía para que no gasten envidia inutilmente. Pertenece al enemigo mayor, a quien se la hemos robado en los jardines de quilmes. La disfrutaremos por tiempo indefinido. Pensamos eso mientras escuchamos el ruido del viento contra el vidrio y vemos los pájaros luchar con persistencia para cruzar Las Heras. A la supuesta absoluta perfección de aquello mayor de lo cual nada puede ser pensado, le falta una nota si no existe. Le falta también otra si no te pertenece.

martes, septiembre 04, 2007

En el día de la fecha

1. Desayunaste un alfajor cachafaz de maizena y DDL, ñam, que ayer te compró mamá.

2. En el colectivo mandaste mil y un mensajes de texto que tenías pendientes.

3. Hiciste un berrinche en la BN porque señores estás harta de ser paria.

4. Almorzaste una medialuna convidada (a pedido) por el siberiano de diseño gráfico que fue al trabajo en monopatín (no estás mintiendo) y después te apuraste un sánguche de pollo, parmesano y rúcula de paso por Aroma. Decimos:
a) qué hijos de puta, le ponen mayonesa y
b) comer en el subte ya no da.

5. Recibiste la noticia: las materias y seminarios de Puan ahora no duran 2 sino 4 años antes de vencerse. Te lo dijo Marcelo Mendoza Hurtado y nunca lo quisiste tanto. (Querés que alguien te explique por qué saben tener tan buena gente en ese depto. mientras que en el de Letras... ) El caso es que te peleaste con esa señora al pedo y sabés que ahora eso va a influir en la nota pero no te importa porque sinceramente ya nada te importa un cuerno a esta altura del partido. (¿Quién puede tomarse en serio a una mujer vestida así y que encima te reta por no poner la bibliografía en orden alfabético?).

6. Te encontraste con Héctor haciendo trámites en la cola de alumnos. Te sacudió (literalmente) al grito de "estamos apostando al futuro". Vos no estabas segura pero aún perduraba el síndrome post mendozahurtadesco así que te fuiste, contenta, a tomar un agüita fresca con él, y ahí te encontraste con más gente conocida y bla bla bla bla, bla bla bla bla bla.

7. Llegaste a casa, pusiste el lavarropas y te preparaste la merienda: café con leche, cafia plus porque hay que seguir siguiendo y una barra coffler-extra amarilla (ya sabés que es un gordo pero te lo merecés). Tuviste un accidente con la cafetera y te quemaste el brazo, qué dolor. La cocina quedó hecha un desastre y la remera que estuvo dos días en tratamiento (ese que hacés para sacar manchas rebeldes), como secábase ahí a un costadito, también se salpicó. Decimos:
a) La remera no estaba destinada a irse contigo de viaje y
b) durante esta última hora te viene saliendo bastante bien la actitud garombol.

martes, agosto 07, 2007

Misión imposible

Lo que me gusta de la Biblioteca Nacional es que todo el tiempo hace patente la certeza de que el futuro es incierto. Te lo escupe en la cara a cada paso impidiendo que te hagas el boludo. Volví después de dos meses durante los que pasaron tantas cosas. (–Cuántas cosas te pasaron en estos 15 días!– me dice la Lic. Burnstein. Más tarde se daría cuenta de que siempre es así. Siempre. Si algo no nos falta es movimiento). Volví y estaba hermosa con su homenaje a Oesterheld y su fuente andando. Crecen pastos y amores pero también crecen odios.