martes, agosto 07, 2007

Misión imposible

Lo que me gusta de la Biblioteca Nacional es que todo el tiempo hace patente la certeza de que el futuro es incierto. Te lo escupe en la cara a cada paso impidiendo que te hagas el boludo. Volví después de dos meses durante los que pasaron tantas cosas. (–Cuántas cosas te pasaron en estos 15 días!– me dice la Lic. Burnstein. Más tarde se daría cuenta de que siempre es así. Siempre. Si algo no nos falta es movimiento). Volví y estaba hermosa con su homenaje a Oesterheld y su fuente andando. Crecen pastos y amores pero también crecen odios.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Ev, me paso por acá y te dejo un beso. Saludos.

Malala dijo...

Qué alegrón que estés de vuelta... me contenta.

Ariel dijo...

¡Al fin, Evelyna, pudiste descular nuestro putísimo Blogger! ¡Que no se corte! (Y hablando de cortar, tenemos que vernos... ya sé, ya sé: mea culpa, o algo así.)
Besos, y felicitaciones por tu rentrée triunfal en la la Biblioteca.

Anónimo dijo...

En la Biblioteca también hay espacios, pequeños o grandes, no importa. Estoy convencido que esos lugares hay que pelearlos, sobre todo cuando se ha demostrado un saber y capacidad de trabajo. Y más aun, cuando desde arriba se baja línea con un discurso "progresista" y de contención que pueda contemplar las tensiones existentes en la institución. De todos modos, en nuestro espacio, muy pequeño, siempre serás bienvenida.

P.D: Brindo por tu vuelta

tililili dijo...

Arriba,nena!
Cualquier laburo es un bajón.
En unos meses estas buceando por ahi. . .

Anónimo dijo...

Que bom que está de volta aqui ao blog...

Felicidades na sua volta ao trabalho.

um grande beijo,

Pedro

Anónimo dijo...

cómo te felicitan el blog!!!!

Carochinaski dijo...

arghhh que bueno que siendo fobica (por algo que lei abajo) "te le animes" a la biblioteca nac. Yo en mis peores epocas, casi te diria que no puedo pisar ni un minimercadito chino.
Abrazos gigantes
cc