jueves, septiembre 29, 2005

De entrada

La energía negra de alguna gente no tiene límite. A los que dejaban comentarios groseros o violentos en el Blog de Mariano ya no les alcanza con eso, sino que ahora además, asumen su identidad.

Debo confesar que a mí me atraen bastante las vibraciones negativas de los peleadores. Después de todo si a esta altura de las circunstancias no cosechaste unos cuantos enemigos, estás tan frito como si no tuvieras amigos.

Todo bien con las críticas. Sin embargo, no es divertido si le sacan el nombre y el cuerpo a la osadía de escribirlas. Me parece un loco que alguien publique un post anónimo cargado de acritud. ¿Qué gracia tiene?

Ninguna, aunque vaya y pase (estamos rodeados de cobardes). Pero hacerse pasar por otro ya me resulta demasiado. Por eso les aclaro desde ya a los que tengan intenciones de revelar anónimamente sus resentimientos verretas:

Sé quienes son. Conozco a sus familias. Sé donde trabajan y donde viven. Tengo planos de las calles que transitan y de los lugares a los que asisten. Puedo repetir de memoria sus itinerarios habituales y por si esto fuera poco, también tengo fotos incriminadoras de todos ustedes y de sus parejas.

Así que cuidadito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ese último párrafo me parece tan bueno que se me hace cuento no haberlo leído en otra parte. Bien ahí.