miércoles, febrero 01, 2006

Visitas internacionales. F y P

Flavia y Pedro están en Argentina desde el lunes de la semana pasada. Se están quedando en casa. Yo vine a parar a lo de E, que no me cuesta demasiado. Me trajeron de regalo tres pares de Melissas (sí, TREEEESSSS!!!) y un libro soñado de Clarice Lispector. Salgo con ellos todo lo que puedo y la paso muy pero muy bien.

Conocimos a Pedro en las Jornadas del 2004 (sí, del). Vino de Río con el ya citado Charles-rompe-corazones y M.A.B. Dado que yo me encargaba de la casilla de las JorNiet habíamos cruzado un par de palabras por ese medio, situación que obviamente aproveché para dar una imagen bastante triste de mí misma, contestando a sus preguntas con mi famoso tonito de chica superocupada que no tiene tiempo para diplomacias. Sin embargo, Pedro se mostró de lo más simpático meses más tarde cuando nos vimos las caras. Es rubio, acuariano y se doctoró hace muy poco con un trabajo sobre Ortega y Gasett (a quien llama simplemente ortega). Tiene la sonrisa rápida. A Pedro le gusta el helado de dulce de leche, leer a Heidegger, tomar cerveza, y demorarse en las librerías de Corrientes. Está con Flavia hace como siete años.

Flavia es un fuego. Morochaza verborrágica y carioca por elección. Tauro con ascendente en capri, chica de los mil top strapples, a los que en Brasil se les dice tomará que caiga. Es arquitecta. Se doctoró escribiendo un trabajo sobre x barrio de Río (imposible recordar cuál era) que deconstruyó de la mano de Pierre Bourdie. Para escribirlo se compró –aunque no fumaba– un cartón de 20 atados de 20 cigarrillos cada uno. Escribió todo lo que tenía en mente fumándose hasta el último cigarillo, se doctoró, y no volvió a comprar un paquete nunca más. Ahora trabaja en urbanismo. Nosotros la conocimos allá, en Guanabara, bailando samba y tomando una caipirinha detrás de otra. A Flavia le gustan las plataformas, la comida exótica, los Blogs y sus comentarios y sus comentaristas, y los restaurantes con paredes rojas.

Mañana se van a Córdoba, y luego a Mendoza. Cómo vamos a extrañarlos…

2 comentarios:

armário da fla dijo...

Oi Ev

também senti muito principalmente quando chegamos em Córdoba. Fui tomada por um sono loco.

Amei BA.
Em tempo comecei a escrever sobre a viagem. Tenho muitas idéias agora e espero atualiza-las rápido

Anónimo dijo...

a) banco a muerte las obsesiones que generan los manuales de corrección, sean estos respetados o no. En definitiva, trabajo de eso, y si no me las bancara tendría un problema más de los que tengo.
b) no me gusta corregir en público, pero como hoy tengo un día heterodoxo, te digo: se escribe Bourdieu.
c) lo de Flavia y el cigarrillo es increíble. Bien por ella.